13 de octubre de 2015

Crónica del #Edusoday2015

Perdonad la tardanza, me habría gustado haber publicado esto justo el día siguiente. No siempre se puede escribir con la misma premura. De hecho, ya existe un resumen oficial de la jornada en eduso.net que subieron el domingo 4 de octubre. Intentaré aportar como público algunas cosas para completar la información, y también como tuitero y bloguero, ya que somos muchos los que aprovechamos la ocasión como excusa para escribir.

Sobre las Jornada “La Educación Social, una profesión transformadora” que transcurrió en Sevilla podemos hacer varias valoraciones. La primera es la extensa mesa inaugural a la que ya nos tienen acostumbrados los del CGCEES. Entre ellos estaba un Magnífico Rector (¿o era al revés?) de la Universidad Pablo de Olavide, Vicente Guzmán, que antes de irse prematuramente dijo que debemos “entre todos construir un mundo mejor” y que las universidades deben implicarse en “formar desde los valores”, poniendo en valor el esfuerzo de educadores sociales. Xavier Puig, presidente del CGCEES habló a continuación y entre otras cosas dijo que “no es el Consejo General de Colegios quien decide cual es el futuro de las personas, son ellas mismas”. La siguiente en intervenir fue Adela Castaño, Delegada de Educación, Participación Ciudadana y Edificios Municipales (sí, yo tampoco sé qué tiene pintan los edificios), la cual afirmó que “la Delegación colaborará activamente en el Congreso”. Prometido queda. La representante de la Consejería de Educación (distinta a quien afirmó la asistencia) dijo que querían “apostar por una sociedad en la que la Educación Social es decisiva”. Otra promesa, aunque esta da más miedo. Y el último en hablar fue el Defensor del Pueblo Andaluz, Jesús Maeztu, que centró el discurso en las personas y lo que entiende que debe hacer la Educación Social con ellas. Claro quedó cuando dijo que “el protagonista es la persona, intenta aportarle, pero no hagas”. También estuvo la Decana de la Facultad de Ciencias Sociales, Rosa Díaz, pero ella se limitó a inaugurar la Jornada. Pues si has hecho bien la cuenta son seis personas las que intervinieron.

Con el retraso esperado por la numerosa Mesa Inaugural, se pasó a la ponencia de presentación del VII Congreso de Educación Social. Fue la oficial pero quedó en otra más que no aportó demasiada información sobre el mismo. Empezó Mª Dolores Márquez, Presidenta de CoPESA presentando los ejes del Congreso (esos que aparecen en la web), pero antes dio diez razones por las que se escogía Andalucía para la celebración del Congreso, una razón por cada año que cumple en colegio andaluz, que se fundó en 2005. A continuación Guillermo Domínguez, Presidente del Comité Científico del VII Congreso, presentó el contenido y programa inicial del mismo. Se limitó a decir que el próximo Congreso estará compuesto por ponencias, mesas, encuentros por ámbitos, espacios temáticos, comunicaciones y otros (grandes novedades las contadas). Por último Rafael López nos ilustró un documento preparado por Alberto Fernández, que no pudo asistir, sobre la historia de los Congresos. Un documento muy bueno sobre cómo se tomó contacto, la visibilización y la hoja de ruta que se fue fijando. No adelanto más porque espero postear este mismo tema y contando con la colaboración del mismo Alberto Fernández Sanmamed.

Tras un breve descanso, pudimos escuchar a Iñaki Rodríguez hablar sobre el Código Deontológico. Aunque el día anterior dio esta misma ponencia a alumnos de primero de grado de Educación Social, fueron dos ocasiones distintas en las que Iñaki acabó hablando de lo mismo pero sin decir lo mismo. No es igual lo que quiere oir y se puede decir a estudiantes que se inician que ha profesionales con trayectoria. Dio datos muy interesantes, como una referencia al estudio que realizaron en 2012 sobre el uso del Código. Uno de los resultado fue que mas del 70% de los profesionales encuestados se guían solo por la ética personal. Y es que es muy difícil separar lo emocional (personal) con lo racional (profesionalidad), pero justo para eso está el Código Deontológico. Por norma general, la autocrítica muy bien traída en esta ponencia es esa tendencia a hacer, porque es lo que se espera de nosotros, no parar de hacer cosas. Somos activistas y no nos damos cuenta de que es necesario parar a pensar. Dice Iñaki que las personas que tienen problemas lleva años con problemas, por qué entonces intentamos darle una solución inmediatamente. Mi propia conclusión de todo lo hablado es que debemos creernos nosotros mismos que somos “médicos sociales”, y un buen médico no te atiende en diez segundos encasquetándote un genérico. El buen “médico social” te estudia, te diagnostica, te plantea un tratamiento y te hace un seguimiento. Todo eso contando con que no tenga que hacer consulta a un especialista. Recuerdo ahora a Manuel Acevedo cuando nos decía eso de que pensemos en nosotros como “ingenieros de la educación”. Un tema muy interesante este del Código Deontológico y la ética situacional. Tras esta ponencia veo interesante dedicar un post a los Documentos Profesionalizadores, que es un tema en el que no había pensado.

Y cambiando un poco el orden de los asuntos, se clausuró la Jornada y después se conoció el fallo del jurado de la 3ª Edición de los “Memorial Toni Julià”. Tras decir los criterios de evaluación y el proceso que siguió el jurado en la selección, pasaron a dar los nombres de los proyectos ganadores. El primer premio en la categoría individual fue para el “Proyecto de Intervención Socioeducativa en el Tiempo Libre del Mediodía escolar, para Centros con Alumnado en Situación de Vulnerabilidad Socioeconómica” de Marta Prats. En la categoría colectiva, el primer premio es para “#ALTERNAJOVEN. Promoción de la Participación del Sector Joven de Mairena del Aljarafe en su propia Salud y Ocio” de Israel Fernández y Carlos Zapata (no se trata de coincidencia, se trata del mismo que está escribiendo). Hablaremos un poquito más de ambos proyectos en una publicación en la que se recoge información de los proyectos vencedores de las tres ediciones realizadas. Solo quiero añadir que fue toda una sorpresa y todavía no salgo del asombro. Por supuesto uno confía en la valía de un trabajo hecho realidad gracias al esfuerzo de muchas personas, pero no espera nunca el reconocimiento, y menos de este tipo. El mejor premio, como decía el anuncio, es compartirlo, tener la oportunidad de contar lo que se ha hecho y  cómo se ha hecho.

Como decía, no solo hubo celebraciones en Sevilla. En toda España hubo diferentes eventos, y en la red también. Mucho movimiento en Twitter con #Edusoday2015. Según Topsy.com fueron 3.837 los tweets que se llegaron a escribir y poner unos pocos o resumirlos no lo veo decoroso por todos aquellos que dejarían de aparecer. También hubo un gran movimiento bloguero, impulsado en gran parte por el Col·legi d'Educadores i Educadors Socials de Catalunya que invitó a autores de 21 blogs a participar en su ya conocido “Carnaval de blogs”. Que no os confunda el nombre. De lo único que se trata es de escribir un post sobre un tema común que dicta el CEESC y publicarlo el 2 de octubre. Ya con este van tres años. El tema escogido para el 2015 ha sido “L’educació social a l’esfera pública. El reconeixement social de la professió” (“La educación social en la esfera pública. El reconocimiento social de la profesión”) y podéis leer todas las publicaciones accediendo por el blog del CEESC donde están enlazadas todas las entradas. Personalmente os recomiendo lo escrito en los blogs Trabajar con Jóvenes y Educador Social en Alaska. Por mi parte, aunque este año tampoco fui invitado a colaborar, también escribí un post muy relacionado con el tema que se ponía en común. Si os apetece leer “eso cualquiera” está en este enlace.

Un resumen muy resumido de todo un día en el que se comparte y se mueve todo un colectivo profesional a favor de la visibilización y el reconocimiento. Pero ese empeño debe estar siempre presente en nuestra mente.

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